Un nuevo cuaderno de Rodó se incorpora a su archivo digital. Este cuaderno no está datado y se centra en el tema que anuncia el adjetivo titular “solariego”: la relación del individuo con su linaje y origen. Rodó reflexiona sobre el carácter relativo de la individualidad, siguiendo a Spinoza. Ingresa la imagen del volvox globator, en tanto colonia de numerosos individuos comunicados por tubos, en el intento de plasmar en una imagen la idea del individuo que hereda contenidos primordiales de sus ancestros.

A lo largo de estas páginas Rodó toma notas de muchos filósofos contemporáneos y también de la antigüedad, poniendo en contacto ideas de distintas épocas que abordan la cuestión que le preocupa. Considera de modo general su procedimiento de visualizar la permanencia de ciertas ideas en épocas distantes, muy especialmente en la filosofía antigua y la ciencia moderna: "La reminiscencia platónica renace así por la ciencia moderna como <una> disposición innata del cerebro á ciertos estados vibratorios” (folio 45r).

Por momentos, relaciona los recuerdos adormecidos hereditarios con el inconsciente, citando a Hartmann, filósofo al que le dedica otro cuaderno. Las ideas heredadas entran en diálogo con las modificaciones promovidas por el contacto con el mundo que rodea a cada vida individual. Y en ese juego de unidad y renovación desarrolla la idea capital de sus Motivos de Proteo, escudriñando las posibilidades de la transformación de la personalidad.

El repertorio de autores citados y copiados en este cuaderno es tan extenso como en el resto. Mantiene el método de incluir paréntesis en los que ingresa sus opiniones sobre los pasajes considerados, los identifica con las iniciales de su nombre: JER. En esta oportunidad también incluye un listado de los autores que se propone leer: Payot, Call, Alensi, Le Bon, Berra, González Serrano y Chénier (folio 17r).

El cuaderno Solariego está formado por 84 folios que han sido digitalizados y transcriptos para su lectura y difusión. El equipo editorial está dirigido por Elena Romiti y coordinado por Néstor Sanguinetti con la transcripción de Alejandra Dopico, Vanesa Artasánchez y Santiago Carbajal.

Este cuaderno, y los anteriores, se pueden ver en la plataforma del Archivo Rodó de la Biblioteca Nacional.