18 de Julio 1790, Montevideo, Uruguay.

Panta Astiazarán: una obra que no se desvanece y que perdurará en la Biblioteca Nacional

Cuando Panta Astiazarán se interesó por la fotografía fue al encuentro de un libro que le contara alguno de sus secretos, páginas que recorrió en la Biblioteca Nacional, quizás por eso, aquí realizó su primera exposición en 1975 y, ayer, casi 50 años después, realizó una primera donación de 200 fotografías al archivo de la institución.

La Biblioteca Nacional «está emocionada» expresó el director de la BN, Valentín Trujillo, «las instituciones pueden emocionarse», aseguró. En la BN en sus 208 años, «es más vieja que la patria» subrayó, «no es común hacer las donaciones con público» y con «el artista presente», situación que celebró.

Trujillo explicó que la donación de Astiazarán se integrará a la sala de Materiales Especiales y que seguramente será motivo de investigación para colegas, asimismo aclaró que el material puede ser utilizado en exposiciones físicas y virtuales. Es esperable que la iniciativa del fotógrafo «funcione como un gatillo» para otros artistas que estén pensando en dejar su archivo.

Valentín Trujillo, Gabriela Jaurgeguiberry, Leo Barizzoni y Panta Astiazarán. Fotografía: Juan Pablo Flores.

El director, que recordó está finalizando el quinquenio al frente de la BN, espera que «en el futuro se mantengan y profundicen» estas acciones en la institución que «es la memoria del país, el de todos los colores y las tendencias», sostuvo.

En este contexto, la encargada de Materiales Especiales de la BN, Gabriela Jaureguiberry, comentó cómo se conservarán las fotografías que estarán en un gabinete a la temperatura y humedad adecuadas para asegurar el buen estado. Asimismo, contó el proceso que realiza el equipo técnico que, en caso de que amerite, previamente se limpia y restaura el material y luego se digitaliza.

La BN «cuenta con 40 mil imágenes», detalló Jaureguiberry, entre ellas algunas de gran importancia históricas como las fotos de la Guerra del Paraguay y la colección de Aníbal Barrios Pintos. A su vez, en Materiales Especiales se encuentran incunables, libros de viajeros, mapas, programas de teatro, listas de votación, tauromaquia, entre otros documentos que conforman el acervo de la sala, comentó.

«Panta es muy generoso» apuntó, Leo Barizzoni. No solo comparte su conocimiento y lo que sabe, «comparte su ojo, su mirada», puntualizó. La relación entre ambos fotógrafos «derivó en amistad» fue en este marco en que se dio la conversación sobre la posible donación de una parte del archivo de Panta y, más tarde, también en este ámbito, surgió que el destino sería la Biblioteca Nacional, porque como le dijo su amigo «yo me instruí ahí».

Fotografía: Juan Pablo Flores.

Barizzoni contó que se trata de fotografías de escritores, pintores, actores y personalidades de la cultura, pero advirtió que no solo se trata de fotografías, sino que «estamos viendo el ojo de Panta». Las imágenes forman parte de una conversación «muy montevideana» que es «nuestra memoria» pero a la que llegamos través de la «memoria de él».

«Yo recibí y ahora estoy devolviendo» afirmó Astiazarán luego de relatar su motivación para que parte de su archivo quede en el acervo de la BN. En 60 años de carrera «tengo 40 mil negativos digitalizados» informó el fotógrafo, por lo que, no fue tarea fácil definir qué donaría. El retrato es a lo que le ha dedicado más empeño Astiazarán, por lo que, dice «el contacto con el ser humano siempre lo disfrute», reconoce algunas de sus cualidades cierto «nivel de empatía» que hace que la «gente se relaje» y «voy sin prejuicios».

Fotografía: Juan Pablo Flores.

Astiazarán muchas veces en medio de una charla con alguno de los artistas tomaba la cámara y sacaba una foto, la secuencia sucedía luego de varios encuentros, de establecer un vínculo con quienes fotografío «yo capte mi relación con ellos».

Foto a foto repasó algunas de las anécdotas detrás de las imágenes: la charla técnica con Cuneo; el paseo con Zorrilla; la siesta de Homero Alsina Thevenet; la candidez, pese a que le dijeran lo contrario, de Idea Vilariño; una Ida Vitale lectora que alguna vez fue como la joven lectora de su retrato que, a su vez, algún día envejecerá; y entre otras, Marosa di Giorgio, en el Sorocabana, absorta en la lectura con sus característicos lentes…la fotografía «es el intento de rescatar algo que se va, que se desvanece» aunque «no se desvanece si deja su obra», afirmó el artista.

Fotografía: Juan Pablo Flores.

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