18 de Julio 1790, Montevideo, Uruguay.

Cristina Carneiro por Vanesa Artasánchez – Letra de Mujer

Este año continuamos el ciclo que comenzamos en marzo de 2021 en el marco del Mes de las Mujeres denominado Letra de mujer en donde invitamos a redescubrir la vida y obra de autoras uruguayas que representan una muestra parcial y fragmentaria de una serie extensa de narradoras, poetas, ensayistas con una trayectoria poco conocida o recordada, inclusive en algunos casos, desconocida.

Cristina Carneiro (Montevideo, 1948 – Londres, 2019). Poeta y traductora.

Investigación por Vanesa Artasánchez

Cristina Carneiro, nombre que circula entre poetas y lectores memoriosos, dejó tres libros de poesía que fueron como esos fenómenos de la naturaleza que, distanciados en el tiempo, son recordados por su impacto.

En diciembre de 1967 -con tan solo 19 años- publicó Zafarrancho solo ganador del premio de la 7.a Feria de Libros y Grabados. El jurado, que estuvo integrado por Ida Vitale, Washington Benavides y José Carlos Álvarez, reconoció en esa escritura las cualidades de la joven poeta.

A Zafarrancho solo le siguió el poemario Libro de imprecaciones (1975), este hiato de ocho años anticipó la segunda larga pausa que Para simplificar (2019) puso fin cuarenta y cuatro años después.

Cristina Carneiro se volvió una autora de culto en la literatura nacional, en parte por la distancia de publicación entre libro y libro –que la contratapa de Para simplificar justifica del siguiente modo: «Dado que, a su entender, no tenía mucho para decir y lo que tenía era de poca monta, le pareció mejor tratar de ser útil en este mundo de otras maneras más tangibles.»- y en parte por su trayectoria vital, puesto que en la década del 70 vivió en Angola y Nueva York, y desde 1980 hasta 2019 se radicó en Londres desempeñándose como traductora especializada en derechos humanos para Amnistía Internacional.

Los silencios poéticos y el alejamiento la volvieron una figura de difícil acceso. No obstante hay que señalar que su primera obra conoció -además de la original- otras dos ediciones, una en 1969 y la última en 2008 de la mano de Gustavo Maca Wojciechowski que también se encargó de la publicación de Para simplificar. Sabido es que «la poesía no se vende porque no se vende» y por ello llama la atención el caso de Zafarrancho solo.

Zafarrancho solo

¿Qué es un zafarrancho? El diccionario de la RAE recoge cuatro acepciones, todas aplicables al poemario, a saber: 1. m. Mar. Acción y efecto de desembarazar una parte de la embarcación, para dejarla dispuesta a determinada faena. Zafarrancho de combate, de limpieza; 2. m. coloq. Limpieza general; 3. m. coloq. destrozo y 4. m. coloq. riña.

La primera acepción proveniente del ámbito marino tiende un puente con aquella tradición que utilizaba la imagen náutica como metáfora de la creación poética, superación de escollos incluida. Sin embargo, este libro inaugural habla de un zafarrancho solo, rasgo que atraviesa toda la obra. La soledad, el destrozo, la noción de riña y las palabras limpias de mayúsculas sobrevuelan y cantan en la intemperie de las páginas. El libro organizado en cuatro secciones, de todo, desamparo, chifladuras, y chau, propone desembarazarse de toda solemnidad al mismo tiempo que desordena, limpia y juega con el lenguaje para poder cantarlo todo, incluso las chifladuras y retirarse con un saludo irreverentemente coloquial.

En el epílogo que cierra la reedición del año 2008, Maca recuerda que era un adolescente cuando la peculiar forma de escritura de Carneiro derribó la idea que tenía arraigada de que la literatura uruguaya era «cosa de viejos, algo sin vibración, gris, deslucido, vencido», destaca sobre todo «que la poesía podía ser otra. el tono, el ritmo, la forma en que se decían las cosas y las cosas mismas».

días ha habido, tristes
dolidos jirones de vida
días inmóviles estancados días
de gritar por tu farsa insuficiente,
auténtica y tenaz.
sentir la soledad tu imagen fría
cayendo hasta las vísceras
voraz de vértigo y caricias.
ineludibles días faltando vos.
convocarte fantasma
maldecirte omnipresente
recordarte deshilachado y gris.
días ha habido de recordar aquel adiós.
días ha habido, dije.

Libro de imprecaciones

El segundo impacto fue con el Libro de imprecaciones publicado en 1975, título que por sí mismo habla del sentir de esos años de dictadura. El poemario se publicó en la colección Acuarimántica que dirigía Washington Benavides en Ediciones de La Banda Oriental. Tanto Roberto Appratto como Gustavo Wojciechowski señalaron un cambio en el tono que trocó el humor por la aspereza e incorporó los juegos intertextuales. El libro estaba dedicado a Salvador Puig, poeta de la palabra precisa. Appratto incluyó poemas de este libro de Carneiro en su Antología crítica de la poesía uruguaya (1900-1985).

Ecología del rinoceronte

Reputado «loco» por los indígenas de Kenya
y el más idiota de los cuadrúpedos por el hombre blanco,
sus conductas contradictorias
suelen atribuirse a una aguda miopía.
Capaz de ahogarse sin un grito, sabiendo nadar.
Trotar desaforado hacia enemigos invisibles
o contemplar días enteros una brizna de hierba.
Sus amores están entre los más complicados de la tierra
por su duración (40 a 50 min., frente a los 15 seg. del elefante)
y por los ritos que les preceden y suceden.
Coloso ineficaz.
Puede morir de una picadura de mosca, está condenado a morir
en razón de su tara,
la especie se halla en regresión definitiva.
Su cuerno, completamente inútil, apunta al cielo.

No otra cosa el unicornio
—prestigio de nuestros delirios pustulosos—
disecado sobre el aparador.

Pero ¿quien sino el cuadrúpedo idiota podrá, si se
puede, cambiar la vida, si se puede, transformar el mundo?
Así pues, Luis Cerminara, tu no tienes por qué avergonzarte.

Luis Bravo, en Voz y palabra, traza el arco entre el primero y segundo libro de la siguiente forma: «Dos obras de registro bien distinto entre sí, que van desde un coloquialismo experimental a una poética de madura condensación.» y sobre Libro de imprecaciones agrega: «Se puede apreciar en el nuevo opus una exploración cuyo lenguaje produce múltiples resonancias que, partiendo de una calibrada intertextualidad, alcanzan tópicos ontológicos y arriban a una contemporaneidad expresiva de admirable solidez.» (pp.291-292). Otra de las modulaciones observadas por Bravo en la voz poética es el cambio de la primera por la tercera persona, la apropiación de las voces de los poetas antiguos, referencias a los satíricos británicos y el juego de reescritura que se explicita en el nombre de la última sección titulada Traducciones. Estos procedimientos estarían, en palabras de Alicia Migdal, al servicio de «desafectivar la palabra, devolviéndola a un territorio en el que se pierde la evidencia de lo subjetivo y se instaure un juego menos declaradamente comprometido con el sesgo confesional de la poesía.» (Bravo, p. 292).

Para simplificar

En junio de 2019 y de la mano de Gustavo Wojciechowski se publicó en Yagurú el último libro de Carneiro, pocos meses después, en octubre, falleció su autora. El libro se presentó con un diseño de tapa sobrio, elegante: letras negras sobre fondo bordeaux y en su interior letras blancas sobre fondo rojo. Inmediatamente y a través de un epígrafe de Marcel Proust se revela el origen del título: «La llamamos muerte para simplificar» frente a esos estímulos se impone una pausa antes de proseguir la lectura. Los 36 poemas que componen el libro son un destilado del tiempo puesto que provienen, según indica la contratapa, de los años setenta y de décadas posteriores. En ellos podemos reencontrar el decir coloquial y certero de Carneiro.

Marina

¿Qué es lo que el viento mueve?
Otra es la noche, y demasiado grande para mí.
Te dejaste sin querer y no nos dimos los adioses.
Desconozco pues la noche, madre, y hay días
y días en que no respiro bien.
El viento mueve alguna cosa.
¿El jazmín en la copa? ¿el sonido del jazmín en la copa? que nos encantó aquella
noche tan grande.
No respiro bien, debe ser el cigarrillo,
tantos años de doctores que no encuentran los males
y ordenan que uno deje de fumar.
Y los tíos, que creen hacernos un servicio
figurándote en el cielo de disfraz. (Tú
no te irías de paseo con este catarro mío.)
Y los doctores del alma: que si no hacemos el trabajo de duelo
los muertos nos visitarán.
Y la tos seca en un cuarto.

Referencias bibliográficas
Appratto, Roberto. (1990) Antología crítica de la poesía uruguaya (1900-1985). Proyección
Bravo, Luis. (2012) Voz y palabra. Historia transversal de la poesía uruguaya 1950-1973. Estuario.
Carneiro, Cristina. (2008) Zafarrancho solo. Yagurú
Carneiro, Cristina. (2019) Para simplificar. Yagurú