18 de Julio 1790, Montevideo, Uruguay.

En el Día Nacional del Libro, la BNU presentó su estado de situación y convocó a construir juntos su futuro

Este 26 de mayo, al conmemorarse el Día Nacional del Libro y el 209º aniversario de la Biblioteca Nacional del Uruguay (BNU), las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y de la propia institución presentaron un informe sobre el estado actual de la Biblioteca en el que se anunció una reducción temporal de sus servicios al público y el comienzo de una etapa de diagnóstico, reorganización y planificación estratégica hacia un proyecto de Biblioteca Nacional superador con mirada de futuro.

En la actividad participaron el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía; la directora de la BNU, Rocío Schiappapietra; y la secretaria ejecutiva, Julia Demasi.

Una institución clave en un momento crítico

Con más de dos siglos de historia, la BNU es una institución central para el país por su aporte al desarrollo cultural, la formación ciudadana y la preservación de la memoria colectiva. Su acervo, invaluable y diverso, es fuente de consulta y creación para investigadores, estudiantes, lectoras y lectores. Sin embargo, su estado actual revela debilidades estructurales graves que afectan su funcionamiento y comprometen la seguridad de personas y colecciones.

«La Biblioteca Nacional es un lugar emblemático para la sociedad uruguaya, tanto por su identidad como por su simbología», afirmó el ministro Mahía en la apertura, destacando la importancia de dar a conocer la situación actual y el plan de trabajo a seguir.

Cinco crisis que exigen acción inmediata

La directora Rocío Schiappapietra detalló los principales factores que configuran el estado crítico de la institución:

  1. Crisis de personal: la institución presenta una dotación de funcionarios notoriamente insuficiente. «Han desaparecido áreas de trabajo y no ha existido una política de relevo». Además, hay equipos completos que están próximos a jubilarse, lo que implicaría la desaparición de sectores claves de la Biblioteca. Esto ha llevado a que existan personas cumpliendo funciones profesionales con compromiso, pero muchas veces sin capacitación adecuada.
  2. Crisis edilicia: El edificio, que cumple 99 años, presenta hundimientos en los pisos, problemas sanitarios graves y fallas de seguridad: «No existen protocolos de evacuación actualizados ni planes de contingencia ante incendios. Incluso hay salidas de emergencia obstruidas con papel», alertó.
  3. Crisis de conservación: La falta de inversión impide mantener condiciones óptimas para preservar materiales valiosos. Hay salas cerradas por riesgo para el patrimonio.
  4. Crisis de acceso y usabilidad: Si bien existen iniciativas de digitalización, se requiere incorporar tecnología a los procesos institucionales que permita democratizar el acceso al acervo. «Tenemos que trabajar para que esta no sea una Biblioteca Nacional para pocos», subrayó su directora.
  5. Crisis de sentido: La directora reflexionó sobre la desconexión con la ciudadanía: «La mayoría de los uruguayos no entra a la Biblioteca Nacional. Eso no solo es una señal de desconexión, es un síntoma de exclusión».

Una pausa para transformarse

En este contexto, y en coordinación con el MEC, se resolvió reducir la atención al público con la suspención de visitas guiadas, préstamo de sala y acceso a Sala General con material propio.

Contiúan funcionando de igual forma:

  • Atención a usuarios con agenda previa en las salas: General, Uruguay, Archivo Literario y Materiales Especiales.
  • Registro de Derechos de Autor.
  • Depósito Legal.
  • Agencias ISBN e ISSN.

«Esta no es una retirada, sino un acto de responsabilidad institucional. Se trata de abrir un nuevo ciclo, con una visión de largo plazo», expresó Schiappapietra.

Además, se conformará un grupo de trabajo que elaborará un diagnóstico profundo y trazará una hoja de ruta para la recuperación edilicia, la reorganización interna y el fortalecimiento de sus funciones esenciales.

Compromiso con el futuro

«Esta crisis es también una oportunidad», afirmó la directora. El objetivo es claro: recuperar las condiciones para el funcionamiento de la Biblioteca Nacional, consolidar su lugar como referente cultural y educativo, y garantizar el acceso público a su acervo en un entorno seguro y moderno.

Schiappapietra concluyó: «Es tiempo de que las personas se acerquen a la BNU para trabajar en su rediseño: actores políticos, organizaciones públicas y privadas… es clave que estén, porque se trata de un bien cultural común».

Esta crisis es la oportunidad que Uruguay tiene para tener una Biblioteca Nacional a la altura del siglo en que vivimos. La BNU acompañó nuestra historia independentista, soñó un país, ahora le toca al país soñar la Biblioteca Nacional que construirá las ideas del Uruguay del futuro.

Para comunicarse: rschiappapietra@bibna.gub.uy