Gracias a una exitosa coordinación logística entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, Cancillería, y el Ministerio de Defensa, a través de la Fuerza Aérea del Uruguay, nueve cajas con diversos materiales pertenecientes al escritor, poeta y periodista uruguayo Alfredo Fressia – nacido en Montevideo en 1948 y fallecido en San Pablo en 2022 – llegaron el miércoles 22 de enero a Montevideo. Estos materiales arribaron vía aérea desde Brasil y fueron trasladados directamente a la Biblioteca Nacional del Uruguay (BNU).
Esta donación fue realizada por el heredero de Fressia, el señor Lucas Perito, quien generosamente ofreció a la BNU esta colección, que incluye cuadros, cuatro cuadernos de bocetos manuscritos, doce álbumes de fotografías, abundante correspondencia, recortes de prensa, cassettes de video, e incluso objetos como esculturas, premios literarios, y hasta un sombrero típico turco (“fez”) y dos túnicas de tela. Además, se incluyen libros que pertenecieron a Fressia o que fueron dedicados a él a lo largo de su extensa carrera literaria.
Estos valiosos materiales se suman a una pequeña colección anterior de Fressia, que el propio escritor había donado en vida en 2021, durante la dirección de Carlos Liscano. Una vez indexados, los materiales estarán disponibles para los investigadores académicos que deseen profundizar en la obra de este escritor nacional y explorar las diversas facetas de su vida literaria, generacional y personal.
Sobre la llegada del Archivo a Uruguay
El traslado de las cajas del Archivo Fressia fue un proceso complejo, que involucró una serie de gestiones. Gracias a la información proporcionada por Asuntos Culturales de la Cancillería uruguaya, se supo que un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya estaba en el aeropuerto de Campo Grande, en el Estado de Mato Grosso do Sul, lo que permitió agilizar la gestión para realizar el envío.
El señor Perito se contactó con el Consulado de Uruguay en San Pablo para coordinar la donación de las cajas. A través del Consulado, se contrató una empresa de transporte para trasladar las cajas desde la capital paulista hasta el aeropuerto de Campo Grande, un trayecto de casi mil kilómetros. Allí, un avión Embraer C-120, que estaba realizando tareas de control técnico, transportó las cajas hasta la base militar del aeropuerto de Carrasco. Desde allí, una camioneta del MEC se encargó de llevar los materiales hasta la BNU.
Es fundamental destacar el rol de coordinación de la Cancillería, a través de la Dirección para Asuntos Culturales y su director, embajador Álvaro Malmierca, y su equipo técnico, como Fernando Sotelo, desde Montevideo. También se agradece especialmente el trabajo realizado por la Embajada de Uruguay en Brasil y el Consulado de Uruguay en San Pablo, en particular a la funcionaria Soledad Britos. Un agradecimiento a la Fuerza Aérea Uruguaya y su personal, incluido el agregado militar en Brasil, Coronel Contrera Lima, el Capitán de Navío Lucio Monce, así como a los oficiales en Montevideo: Coronel Carlevaro y Capitán Despaux, y al personal de la base Cesáreo Berisso de Carrasco.